Mélida Anaya Montes nació en el municipio de Santiago Texacuangos, El Salvador, el día 17 de mayo de 1929 y falleció en Managua, Nicaragua, 6 de abril de 1983.
Fue una política y docente salvadoreña. Ella es considerada como un ícono entre las mujeres de izquierda de El Salvador.
Realizó estudios de profesorado en la Escuela Normal femenina de San Salvador y recibió un doctorado en Educación de la Universidad de El Salvador. Impartió clases en distintas escuelas y llego a ser sub directora de la Escuela Normal Superior Alberto Masferrer.
A finales de los años de 1960, ella se convirtió en una de las principales lideresas de la asociación gremial “ANDES 21 de junio” (Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños), de la que fue electa Secretaria General en 1968, ella condujo las huelgas por la reivindicación de los derechos laborales del profesorado de primaria y secundaria en 1967 y 1968.
Desde su infancia, a Mélida se le observó mucha sensibilidad y una gran calidad humana. La pequeña Mélida comenzó a descubrir la vida en un ambiente natural, sencillo y tradicional, un pueblo pequeño, de clima agradable; pintado de paisajes en sus alrededores, desde el cual se divisa el legendario lago de Ilopango y exuberante vegetación de cerros y montañas aledañas al pueblo, aún están presentes en sus habitantes las raíces indígenas: costumbres, expresiones, rasgos físicos, etc. Un pueblo de mucha tradición.
Ya en su vida adulta, a Mélida se le conoce por su liderazgo excepcional dentro del gremio magisterial y la revolución salvadoreña; en los espacios académicos como excelente profesional e intelectual, pero existe un aspecto de ella muy poco conocido, una cualidad imprtantísma: su calidad humana.
Antes de la fundación de ANDES 21 de Junio, habían existido esfuerzos en la organización de otras organizaciones magisteriales para luchar por sus necesidades como la Unión Magisterial Salvadoreña (UMS) en 1960, la Asociación de Profesores Normalistas de Educación Secundaria (APNES) y la Federación Magisterial Salvadoreña (FSM).
Mélida, junto a otros maestros fundó el “Comité pro Derechos del Maestro” en 1964. En ese movimiento Mélida fue la principal, fue figura notable.
En este momento las maestras y maestros veían que su gremio estaba totalmente desprotegido de prestaciones sociales y seguridad laboral, querían imponer la Ley General de Pensiones la cual no satisfacía las demandas del gremio. A partir de esta necesidad, surge la organización magisterial “ANDES 21 de JUNIO” en 1965 y legalizada en 1967. Elaborando y aprobando los estatutos en el primer congreso de ANDES 21 de Junio.
Mélida fue pionera en la dirigencia del magisterio, ya que éste nunca había salido como magisterio a reclamar sus derechos como movimiento.